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TENÍA RAZÓN KALIMAN.

Por Ezequiel Castañeda Nevárez.

Grandes fueron las lecciones que nos dejó en cada capítulo Kalimán, el hombre increíble, a quienes seguíamos sus hazañas día a día por la radio hace ya cuarenta y ocho años, que es la edad que tiene este personaje y que se mantiene vigente a esta fecha. Se trataba desde entonces de un superhéroe enigmático que siempre salía airoso ante cualquier peligro por insalvable que este pareciera, debido a su singular inteligencia, a su astucia deductiva y al conocimiento que tenía de la conducta humana, era un gran criminólogo, sin duda. “Los delincuentes siempre se traicionan entre sí. -afirmaba- Una vez que han despojado a su víctima, siempre se disputan el botín sin el menor escrúpulo y terminan destruyéndose unos a otros. El bien siempre triunfa sobre el mal de alguna manera, solo hay que esperar pacientemente. Los malos se destruyen entre ellos, mi pequeño Solín”.

Con esa visión de la vida y con otras virtudes, Kalimán no necesitaba utilizar la fuerza ni las armas para vencer a sus más variados enemigos, ni para ponerse a salvo de todos los peligros que corría en los lugares exóticos e inhóspitos por donde andaba combatiendo el mal. Invariablemente sabía lo que iba a suceder y siempre hacía lo correcto, por eso era el hombre increíble.

Compartíamos todos los chamacos de la vecindad del Barrio de la Fausto Vega la admiración por Kalimán porque no se trataba de un héroe cualquiera; era un custodio del bien y de la justicia que utilizaba sus mejores armas: una mente privilegiada y  amplios conocimientos paranormales y sobre cualquier otro tema como las reacciones humanas y la delincuencia. No conocía el hombre increíble a Yunes ni a la Gordillo, ni a López Obrador ni a Juanito, ni a Hebrard, ni a Madrazo, ni a Espino, ni a Muñozledo, ni a los chuchos, ni a muchos otros políticos de esos que hacen alianzas y luego las deshacen, que se juran lealtad eterna y enseguida lo olvidan, como ocurre con los millares de seres ajenos a la política que también se disputan el poder y el dinero porque se trata de las pasiones humanas, por eso las tesis del superhéroe sobre la conducta delincuencial siguen vigentes en nuestros días, solo basta ver las noticias del día para comprobarlo. Malosos que caminaron juntos mientras les convino, delinquiendo y agraviando a quienes podían  y tarde o temprano terminaron del moco dándose hasta con la cubeta como ocurre en la competencia política  ¡Cuánta razón tenía el criminólogo Kalimán!

Kalimán no existe, me decía con seguridad mi hermano Jesús con quien tengo vivencias y coincidencias desde hace más de medio siglo; cuando nací él apenas tenía once meses de edad, así que compartimos pañales, crecimiento, juegos, sueños, fantasías, anhelos y, desde luego, la formación que nos dieron Doña Chelo y Don Pilo, nuestros progenitores.  Juntos, mi hermano y yo, fuimos conociendo la vida y descubriendo y descifrando sus misterios, lo que no sabía él se lo informaba yo y viceversa. Y así conocimos juntos la vida y sus sorpresas. “Donde haya una injusticia que reparar –acompañábamos al promocional de la radio- o la emoción de una aventura, o la belleza de una mujer… Allí está Kalimán”. yo afirmaba que sí existía el héroe porque escuchaba el anuncio del reparto que decía que en el papel de Kalimán se presentaba el propio Kalimán y no Luis Manuel Pelayo, que era quien prestaba su voz al personaje. Grandes lecciones nos dejó el hombre del turbante de reciedumbre física y moral que se complementaron con lo que ya conocíamos, dicho por el salmista: “No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados…” La traición es un ingrediente inherente a los malos. Tenía razón Kalimán.






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DECIR O NO DECIR, ESA ES LA CUESTION

Por Ezequiel Castañeda Nevárez



Fue durante la primera mitad de los años ochenta cuando inicie la aventura de escribir en medios impresos. El mío, lo confieso, fue un gran atrevimiento, porque fui invitado para escribir y acepté, en el mejor semanario veracruzano: Punto y Aparte, dirigido por el maestro de la pluma y premio nacional de periodismo, Floylan Flores Cancela. Las mejores colaboraciones podían leerse en esa afamada publicación como hasta la fecha. La sola columna de Froylan ha justificado siempre la búsqueda semanal del periódico. En aquel entonces, como ahora, mi falta de cultura general era notoria, pero se acentuaba por la inexperiencia de mis veintitantos años. Un día, cuando se acercaba el cierre de la edición, entré muy contento con hoja en mano para entregar al Director la colaboración semanal. Don Froylan vio el papel unos segundos y de inmediato me preguntó qué era eso, mi colaboración –le dije, un poco apenado- No. Me refiero al contenido -me precisó- para luego darme la más grande lección sobre periodismo que jamás he recibido. Cuando uno no tiene nada que decir, me dijo, uno no debe decir nada. Aquí no veo que digas absolutamente nada, Ezequiel. Para empezar –continuó diciendo- eso que anotas, no es una canción de José José, es un soneto de Renato Leduc; y en todo lo demás, no encuentro que digas algo en tu extenso escrito. Cuando tengas algo que decir, espero tu colaboración, finalizó el maestro Flores Cancela. Fue la última ocasión que escribí en Punto y Aparte, por pena. Dejé de escribir un tiempo hasta que superé el trance aquel. Desde entonces, cuando no tengo nada que decir, no digo nada. Tenía mucha razón el experto periodista. Con el paso de los años y miles de lecturas, porque soy lee periódicos profesional, puedo darme cuenta cuando algún columnista o articulista no tiene nada que decir pero tiene que presentar su colaboración periódica. Disfruto la lectura como también disfruto el escribir, a pesar de que estoy plenamente conciente de que siempre se corre el riesgo de que alguien lea lo que uno escribe, además de mi madre, que por amor maternal me hace que le lea mis ocurrencias.


El silencio de algunos meses es justificado: tal vez no he tenido nada que decir en este tiempo o de plano no lo he querido decir, no lo se.


Decir o no decir algo, esa es la cuestión. Creo que de vez en cuando vale la pena hacer un alto en el camino aun cuando uno tenga mucho que decir. Creo que siempre es bueno explorar rutas diferentes; con mayor razón cuando los compromisos principales de la vida como lo son los hijos se han cumplido y pasa uno a la etapa de los lujos, como el escribir, como el callar o como el decir o no decir, como en esta ocasión, que no dije absolutamente nada.





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BURSATILIZAR ES EL VERBO

Por Ezequiel Castañeda Nevárez



Durante muchos años, los mexicanos hablamos de las crisis recurrentes en materia económica, atribuibles casi todas ellas a distintos factores, todos ellos coyunturales: la caída de los precios del petróleo, la caída de las bolsas, el cambio de gobierno, los vaivenes de la economía global, los fenómenos naturales, la incapacidad del gobierno, etcétera. Algunas veces las contrariedades de la economía en nuestro país solo fue un problema de caja, por falta de liquidez porque había con qué responder. Ahora, podemos hablar más bien de un problema de cajón, no de caja, porque los ingresos por impuestos han disminuido considerablemente, lo mismo que los obtenidos por exportaciones y por la venta de hidrocarburos. Tal parece que el destino nos ha alcanzado y que el shock financiero nos ha pegado fuertemente y sus efectos tendrán una duración que obligará a los gobiernos a ser más eficientes y cuidadosos en lo poco que obtengan y a ser más imaginativos para buscar nuevas formas para nivelar el déficit que parece ahogarles. La disminución de recursos ya empieza a tener efectos perniciosos en los compromisos que el gobierno federal tiene aun en su operación normal, ya ni se diga en la programación de nueva inversión pública, al grado de verse en la necesidad de efectuar recortes que alcanzan a lesionar la economía de los estados y municipios del país. La realidad es esa, las participaciones federales no llegan a su destino en las entidades y, si llegan, no arriban en su totalidad.

Las cifras sobre la economía y sobre la inversión pública en Veracruz, lo mismo que en materia de creación de empleos y de la existencia de capital privado, marcan una notable diferencia con otras entidades. La recaudación en el impuesto sobre la nómina en Veracruz, por ejemplo, se vio incrementada en este último trimestre del año hasta en un diez por ciento respecto de lo programado, lo que significa que este gravamen es reflejo de una nómina en incremento, lo mismo que sus beneficios en obra pública.

La situación financiera actual en todo el país, obliga a la búsqueda de nuevos mecanismos para la obtención de recursos, para evitar que el problema de la economía produzca o alimente otras crisis que afectarán aún más a la población mexicana. El esquema de bursatilización es una de las opciones que ya han mostrado sus bondades en Veracruz con la creación de un fideicomiso bursátil con los recursos provenientes de la tenencia vehicular. Lo mismo puede hacerse ahora con los recursos proyectados derivados de las participaciones federales, tanto del gobierno del estado como para los municipios de la entidad, porque esta acción traería a Veracruz una gran derrama económica que activaría todo el aparato productivo y el mismo empleo, además de que evitaría los recortes en los programas sociales que protegen a los que menos tienen.

Fidel Herrera ha enviado al Congreso local una iniciativa para constituir un Fideicomiso con las participaciones federales proyectadas, lo que permitirá hacer frente a la crisis económica y dar continuidad a los programas de atención fundamental a los veracruzanos; con esto cumple con su parte; el turno ahora es de los legisladores locales, sin excepción, porque aun los panistas, quienes en aquella ocasión se opusieron a este esquema, tienen como referencia al propio gobierno federal, que ha tomado el ejemplo de Veracruz para hacer lo mismo. Bursatilizar es el verbo, no vemos de otra. Esa es la cuestión.

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POR QUÉ GANÓ EL PRI EN TUXPAN

Por Ezequiel Castañeda Nevárez



El Partido Acción Nacional, en voz de su representante estatal Enrique Cambranis, ha afirmado que El Tribunal Federal Electoral, en su sentencia que otorga el triunfo al PRI, en el Distrito Electoral Federal con cabecera en Tuxpan, no actuó conforme a derecho, y que su partido habrá de inconformarse ante la Sala Superior de ese Tribunal porque consideran parcial la resolución de la Magistrado Claudia Pastor.

Por supuesto que las afirmaciones del dirigente panista son absolutamente equivocadas, porque la resolución que otorga el triunfo a Martín Cristóbal en Tuxpan, está plenamente apegada a derecho, porque las pruebas ofrecidas ante el Tribunal y los argumentos jurídicos vertidos por los juristas del PRI fueron realizadas bajo consideraciones apegadas a la ley de la materia, bajo un procedimiento establecido en la legislación electoral, misma que, por cierto, fue aprobada por los propios panistas que ahora cuestionan la judicialización del proceso.

Tanto el PRI como el PAN, tras el proceso electoral pasado, promovieron cada uno por su lado, juicio de inconformidad, mismos que fueron acumulados; ambos, en contra del resultado de la elección, invocando uno y otro la nulidad de diversas casillas. Cuatro casillas fueron impugnadas por el PRI y noventa y nueve por parte del PAN; los dos partidos políticos lo hicieron bajo planteamientos infundados por cuanto hace a la causa genérica de nulidad, porque más bien eran causas específicas las que podrían determinar la irregularidad de la cual se dolían ambos y no la causa genérica. La indebida calificación de los votos en diversas casillas, planteada por el PAN, no fue acreditada al no contarse con la impugnación correspondiente ni con objeción alguna durante el cómputo distrital, que es parte del procedimiento establecido. La calificación dada por el Instituto electoral fue considerada por el Tribunal y este modificó dicho cómputo, de conformidad con la revaloración de los votos en información por mesa de votación y por partido político, considerando actas de escrutinio y cómputo de las casillas y los totales del recuento de votos.

Se analizaron primero las casillas impugnadas por el PRI porque, de resultar infundados sus planteamientos, resultaba también innecesario analizar las planteadas por el PAN, quien conservaría así su triunfo al prevalecer el mismo resultado. El PRI, por su parte, señalaba que sin causa justificada se instaló una casilla en lugar distinto al autorizado por el Consejo Distrital y que el escrutinio también se produjo en lugar diferente. Menciona también el agravio priísta que las personas que recibieron la votación eran personas no autorizadas porque no se asentaron sus nombres en el acta correspondiente. Ninguno de estos agravios prosperaron y se declaró infundada la inconformidad por cuanto a estos conceptos pero, por cuanto a la presión o violencia por la cual se invoca nulidad de casilla, precepto que tutela los valores de libertad, secreto, autenticidad y efectividad en la emisión de sufragios, si se acreditó que existieron los elementos; esto es, que exista violencia física o presión; que se ejerza sobre los miembros de la mesa directiva de casilla o sobre los electores; y que estos hechos sean determinantes para el resultado de la votación, ya que se sustentó el acarreo de gente por parte del PAN y la incursión de personas de este mismo partido que se presentaron a la mesa de votación a tomar fotografías sin permiso de los funcionarios de casilla, quienes son en un proceso electoral, como se sabe, las máximas autoridades de la casilla. También, se presentaron algunas mujeres identificadas con portatarjetas con la leyenda “Para vivir mejor” que identifica al Programa Oportunidades, del gobierno federal, quedando acreditado el proselitismo realizado durante la jornada electoral de personas vestidas con playeras con el logotipo del Partido Acción Nacional, como consta en los incidentes que sustentan el agravio vertido, así como los testimonios notariales que coinciden con las afirmaciones vertidas en los incidentes elaborados por los funcionarios de casilla y por representantes de partidos. Por cierto, lo asentado en estos incidentes, fueron corroborados con la firma de los representantes de todos los partidos, incluso del PAN, quienes firmaron de conformidad, sin protesta del contenido de las actas, lo cual da plena eficacia a la documental presentada entre las pruebas ofrecidas por el PRI, lo mismo que los datos completos de las personas que hicieron proselitismo a favor del PAN dentro de las instalaciones de las casillas impugnadas, siendo coincidentes los datos y los documentos de prueba que se señalan en el agravio vertido.

Es importante considerar que el PAN pretende fundar su inconformidad en una supuesta actuación irregular por parte del fedatario público que acudió al inmueble de la mesa de votación a dar fe de los hechos que se denuncian, al atribuirle a este una supuesta filiación partidista; sin embargo, no resulta válido tal argumento al no haber contradicción en lo asentado por el notario, los testimonios, las fotografías y las actas levantadas por funcionarios y por representantes partidistas, los cuales contienen las irregularidades presentadas, en donde se acreditan la compra de voluntades hasta de setenta personas que manifestaron haber sido presionadas para determinar su voto; conformando todo ello los medios de convicción que, concatenados entre sí son coincidentes y con plena eficacia demostrativa para justificar el sentido de la resolución a favor del PRI, por lo cual se declaró nula la votación en las casillas 171 básica, 171 contigua y 4154 contigua 2. El resultado se revirtió y el PRI tomó ventaja por 156 votos sobre el PAN.

Los agravios expresados por el Partido Acción Nacional, resultaron infundados y eficaces los del PRI, revirtiéndose el resultado de la votación en contra del PAN, por lo que el Tribunal ordenó revocar la constancia de mayoría otorgada a Miguel Martin López y a su suplente Jorge Vera y la expedición de dicha constancia a favor de Martín Cristóbal Cruz y María Magdalena Gómez Austria. El siguiente recurso será de mero trámite procesal pero, en su esencia jurídica no podría variar. La Ley es dura, pero es la ley. Esa es la cuestión

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LAS CARTAS PARA FELIPE CALDERÓN

Por Ezequiel Castañeda Nevárez


De veras que no entendemos, algunos aficionados a la lectura política, por más que nos esforzamos para comprender la actitud y las intenciones del Presidente de la República y de sus colaboradores en el ejercicio de la función pública o del poder, ante un escenario notoriamente adverso, como el que afecta actualmente al titular del ejecutivo federal, sobre todo, tras la derrota electoral de su partido. Lo menos que uno se imagina es que un político de mediano nivel cuenta con los elementos suficientes para alejar errores o para administrar los daños que sus decisiones o factores ajenos le causan, con mayor razón si se trata del mismo Presidente de nuestro país.


Los resultados del pasado proceso electoral dejaron a Felipe Calderón y al PAN en una devaluación política que no es recomendable para ningún instituto político ni mucho menos para el Presidente de la República. La derrota del PAN obedece a muchas razones que el Presidente y su partido deberían evaluar y atender con la mayor prontitud posible porque en ello van muchos mensajes que parte importante de los ciudadanos con credencial del IFE le enviaron. El incremento del desempleo en México, el manejo de la economía, la reacción del gobierno ante la crisis financiera mundial, el manejo de programas asistenciales, la epidemia de la influenza, la basura electoral del PAN, la estrategia en el combate al crimen organizado y muchos rubros más, fueron calificados por los electores y por medio de su voto le indicaron al Presidente de la República que no están de acuerdo con estas políticas públicas, con el propósito de que estas sean revaloradas y, en su caso, corregidas.


Lo menos que los electores podían esperar de Felipe Calderón es el acuse de recibo correspondiente, porque todo lo que haga o deje de hacer el Presidente nos afecta a todos en este país. Pero parece que la misiva electoral enviada no llegó al domicilio del destinatario, o no se le prestó la menor atención, porque vemos que este hace exactamente lo contrario de lo que se esperaría que hiciera. La necedad mostrada al tratar de imponer a otro amigo cercano en la presidencia del PAN, peleando con el panismo tradicional, la inusual y desconcertante amenaza o reto del Secretario de Gobernación a la delincuencia organizada, la aparente intención de trasladar la refinería destinada a Hidalgo hacia Guanajuato y otras acciones de gobierno, indican que la lección no fue aprendida y que no habrá variación en la actitud presidencial en lo que resta del sexenio.


La carta que el desaparecido Carlos Castillo Peraza envió a su entonces sucesor en la Presidencia del PAN, Felipe Calderón, recientemente dada a conocer, nos explica de alguna manera que este no hace mucho caso de los mensajes que se le envían o que de plano no abre su correspondencia. En la misiva referida, escrita en 1996, el líder panista saliente aconsejaba al entrante que debía este confiar en su equipo, porque de no ser así: “te ahogará el trabajo. Y sabrás todo, pero no presidirás. Y tendrás a tu gente en el temor, en la disciplina, pero no en el entusiasmo ni en la creatividad”. Corre el riesgo de confiar, le recomendaba el viejo político a su joven discípulo. Nada de eso atendió en ese entonces Calderón ni parece que corregirá ahora su actitud y que a todos los errores que Castillo Peraza percibió en el joven Calderón persisten, pero ahora habría que agregarle al temor, a la falta de entusiasmo y de creatividad, la incertidumbre porque es lo que se percibe en todo el territorio por la actitud presidencial que, como se lo advirtieron, no preside ni entiende razones y nadie sabe a qué se debe. Esa es la cuestión.











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EL ÉXITO ELECTORAL DEL PRI

Por Ezequiel Castañeda Nevárez



No han faltado los priístas emotivos que insisten en celebrar ruidosamente la victoria del PRI en el pasado proceso electoral, al obtener este la mayor parte de los escaños del Palacio Legislativo de San Lázaro, atribuyendo el resultado a méritos propios de los candidatos o a la capacidad de operación de su partido, sin considerar la participación que tuvieron en los resultados obtenidos los adversarios; en el caso del Partido Acción Nacional, su aun dirigente nacional, Germán Martínez y el propio Presidente Felipe Calderón, y sin considerar tampoco la aportación que en muchos de los casos tuvieron los gobernadores de los estados ni otros factores que inciden generalmente en los resultados electorales federales. El sustento que impulsa esta pretensión viene de aquella sentencia filosófica que afirma que hay tiempo de tronar los cuetes y tiempo de recoger las varas, para que se entienda que en la adversidad, hay que recoger las varas con dignidad y en el triunfo, tronar los cuetes con notorio júbilo y, si en procesos pasados se obtuvieron resultados adversos, en esta ocasión, justificada estaría la celebración.


Aunque en Veracruz existen verdaderas razones para establecer que el resultado obtenido obedeció a una estrategia bien definida, concordante con las líneas trazadas por la dirigencia nacional, pero con una clara y precisada orientación local, el gobernador Fidel Herrera Beltrán ha puntualizado que, si bien es cierto que la lucha no fue fácil y que hubo que sobrevivir a todas las campañas de lodo, aún habiéndose posicionado su partido, el PRI, como la primera fuerza política nacional, se debe evitar una actitud triunfalista y que más bien, este es el momento de entregar mejores resultados a la ciudadanía que confió en los candidatos del tricolor, trabajando con mayor firmeza y ofreciendo mejores resultados en la gestión pública. En pocas palabras, el gobernador veracruzano advierte a sus correligionarios: no permitas que el éxito te llegue a la cabeza y el fracaso al corazón, porque se alcanza el éxito cuando se convierte cada paso en una meta y cada meta en un paso. O sea, que con el triunfo electoral solo se ha dado un paso más en el proyecto de dar mejores resultados a los gobernados, para seguir contando con su confianza y su aprobación. Por si no se había entendido, Fidel Herrera recordó el consejo político del ideólogo tuxpeño Jesús Reyes Heroles, quien decía que las luchas fáciles no son luchas –son trampas mortales para quienes creen que la política es una vía sencilla- necesitamos, afirmó con Reyes Heroles el gobernador, menos triunfalismo y más responsabilidad para trabajar con seriedad ante la nación. Habría que añadirle que al vencer sin obstáculos, se triunfa sin gloria.


Ante justificadas emociones de quienes obtuvieron la mayoría de votos en sus distritos o para sus candidatos, debe imponerse la actitud mesurada del gobernante veracruzano para interpretar el mensaje que los ciudadanos dejaron en las urnas electorales a todos los partidos políticos y preparar nuevas actitudes ante nuevos escenarios políticos que muy pronto habrán de presentarse en la entidad, para evitar esos descalabros electorales que están afectando a otros partidos políticos y que no tienen por qué presentarse en el PRI de Veracruz. Esa es la cuestión














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LA SOLEDAD DE FELIPE CALDERON

Por Ezequiel Castañeda Nevárez



Aunque es hasta el último año del período sexenal del Presidente de la República, cuando este se va quedando solo, porque su poder ha menguado por el paso del tiempo y por la cercana conclusión de su mandato, lo que hace, por cierto, que todos sus colaboradores y hasta sus más cercanos amigos vayan buscando mejor ubicación, en el caso del Presidente Felipe Calderón esta soledad se ha presentado inexplicablemente tres años antes, justamente cuando debería estar en la cúspide del poder, quedando ahora en una posición buscada por el propio titular del ejecutivo federal voluntariamente, nadie sabe la razón.


E presidencialismo que ha vivido nuestro país, hasta ahora, había concedido al titular del ejecutivo federal poderes absolutos, omnímodos, mucho más allá de los establecidos en sus facultades constitucionales; el Presidente era todopoderoso, hasta que llegaron los panistas a Los Pinos. Vicente Fox, ese locuaz ranchero que llegó al cargo con un impresionante capital político que millones de electores le otorgaron, desde el primer minuto de su mandato, derrochó el bono concedido por los mexicanos en puras ocurrencias, dislates, desatinos y los más insospechados absurdos e imprudencias. Ahora sabemos que porque no andaba muy bien su salud mental, mas lo que le abonó su vocera, pareja y esposa. Puras pérdidas, pues. Felipe Calderón, con su estilo personal para el ejercicio del poder, fue forjando él mismo día a día el aislamiento presidencial de manera muy adelantada e imprudente.


Los resultados que obtuvo en el reciente proceso electoral Calderón le han alejado de los amigos al prescindir de los servicios de ese muchacho pendenciero al que impuso en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN. Con la salida de German, el Presidente pierde la cercanía del amigo, porque lo menos que puede hacer ahora es enviarlo de embajador a Honduras.


El Presidente Calderón también se ha quedado sin el Congreso de la Unión, porque no tenía la simpatía total del senado de la república y ahora, a la mayoría de los diputados recién electos los agravió fuertemente. ¿Qué va a hacer ahora el Presidente ante su nueva realidad política? Poco se ve que pueda hacer; y todo por jugársela en una estrategia tonta impuesta por el nuevo mexicano Antonio Solá, tipo que no ha dado una en otros países en donde ha sido contratado para operar la guerra sucia en los procesos electorales. Puso a pelear al Presidente con todos, en un proceso que no era para que el Presidente se involucrara y mucho menos apostando todas las canicas, porque el resultado era anunciado: la soledad anticipada.


Pero también se quedó Felipe calderón sin partido político, porque los resultados obtenidos humillaron a toda la clase política panista, al grado que la cúpula, la nomenklatura de este partido, le ha formulado al Presidente una respetuosa pero firme petición: que ya no se meta en los asuntos internos de este partido, por favor.


Ahora, en condiciones desfavorables, con una debilidad anticipada, con una difícil percepción de vacío, reacciona el Presidente un poco tarde, para convocar a todas las fuerzas políticas al diálogo, a los consensos, a los acuerdos pero, la respuesta de la oposición ha sido respetuosa pero firme: no al cogobierno, le respondieron los priistas, cumplirán con su responsabilidad con é, sin él o a pesar de él.


Ahora ha quedado claro que un estadista no debe tomar decisiones apresuradas ni producto de sus emociones ¡Que diferencia con el caso de Fidel Herrera en Veracruz con resultados diferentes! Ya se vio que los mexicanos no queremos políticos pendencieros porque estamos urgidos de verdaderos estadistas. Infortunadamente para Calderón no hubo buena respuesta al llamado del PAN cuando en la primera parte de su slogan principal de campaña insistía: “No dejes solo al Presidente….” Ahora, está más solo que nunca. Dura cuestión esa.









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